Friday, November 09, 2012

No: despacio.




No: despacio.
Despacio, porque no sé
Donde quiero ir.
Hay entre yo y mis pasos
Una divergencia instintiva.

Hay entre quien soy y estoy
Una diferencia de verbo
Que corresponde a la realidad.

Despacio...
Sí, despacio...
Quiero pensar en lo que quiero decir
Este despacio...

Tal vez el mundo exterior tiene demasiada prisa.
Tal vez el alma vulgar quiere llegar más temprano.
Tal vez la impresión de los momentos sea muy inmediata...
Tal vez todo eso...
Pero lo que me preocupa es esta palabra: despacio...
¿Qué es lo que tiene que ser despacio?
Quizá es el universo...
Manda Dios que la verdad sea dicha.
¿Pero alguien le oyó eso a Dios?

30/12/1934

Álvaro de Campos
Traducción del portugués, Mario Bojórquez

Thursday, November 08, 2012

El payaso sin risa, el bobo con el gran saco de otro...




Sí, soy yo, yo mismo, tal cual resulté de todo,
Especie de accesorio, o repuesto propio,
Alrededores irregulares de mi emoción sincera,
Soy yo aquí en mí, soy yo.

Cuanto fui, cuanto no fui, todo eso soy:
Cuanto quise, cuanto no quise, todo eso me forma.
Cuanto amé o dejé de amar es la misma saudade en mí.

Y al mismo tiempo, la impresión, un poco inconsecuente,
Como de un sueño formado sobre realidades mixtas,
De haberme dejado, a mí, en un banco de tranvía,
Para ser encontrado por el azar de quien se me iba a sentar encima.

Y, al mismo tiempo, la impresión, un poco lejana,
Como de un sueño que se quiere recordar en la penumbra en la que se despierta.
De haber mejor en mí de lo que yo.

Sí, al mismo tiempo la impresión, un poco dolorosa,
Como de un despertar sin sueños para un día de muchos acreedores,
De haber fallado todo como tropezar con la alfombra,
De haber envuelto todo como la maleta sin los cepillos,
De haberme sustituido cualquier cosa en algún lugar, en la vida.

¡Basta! Es la impresión un tanto cuanto metafísica,
Como el sol por última vez sobre la ventana de la casa al abandonarla,
De que más vale ser niño que querer comprender el mundo-
La impresión de pan con mantequilla y juguetes
De un gran sosiego sin jardines de Proserpina,
De una buena voluntad para con la vida recargada de frente en la ventana.

En un ver llover con sonido allá afuera
Y no las lágrimas muertas del costar engullir.

¡Basta, sí, basta! Soy yo mismo, el cambiado,
El emisario sin carta ni credenciales,
El payaso sin risa, el bobo con el gran saco de otro,
A quien tintinean las campanillas de la cabeza
Como pequeños cencerros de una servidumbre impuesta.

Soy yo mismo, la charada sincopada
Que nadie de la ronda descifra en las fiestas de provincia.

Soy yo mismo, ¡qué remedio!

Álvaro de Campos
Traducción de Mario Bojórquez

Wednesday, November 07, 2012

Bicarbonato de Sodio




BICARBONATO DE SODIO

Súbita, una angustia
¡Ah, qué angustia, qué náusea del estómago al alma!
¡Qué amigos he tenido!
¡Qué vacías de todo las ciudades que he recorrido!
¡Qué estiércol metafísico todos mis propósitos!

Una angustia
Un desconsuelo de la epidermis del alma,
Un dejar caer los brazos al ocaso del esfuerzo...
Reniego.
Reniego de todo.
Reniego de todo y aún más.
Reniego a espada y fin de todos los dioses y de la negación de ellos.
¿Pero qué me falta, qué es lo que siento faltarme
            en el estómago y en la circulación de la sangre?
¿Qué aturdimiento vacío me fatiga el cerebro?

¿Debo tomar algo o suicidarme?
No: voy a existir ¡Maldición! Voy a existir.
E-xis-tir...
E--xis--tir...

¡Dios mío! ¡Qué budismo me enfría la sangre!
Renunciar de puertas todas abiertas,
Ante el paisaje todos los paisajes,
Sin esperanza, en libertad,
Sin nexo,
Accidente de la inconsecuencia de la superficie de las cosas,
Monótono pero adormilado,
¡Y qué brisas cuando las puertas y las ventanas están todas abiertas!
¡Qué verano agradable de los otros!

¡Dénme de beber, que no tengo sed!

Álvaro de Campos
Traducción del portugués de Mario Bojórquez

Tuesday, November 06, 2012

Pecado original





PECADO ORIGINAL

¿Ah, quién escribirá la historia de lo que podría haber sido?
Será esa, si alguien la escribiera,
La verdadera historia de la humanidad.

Lo que hay es sólo el mundo verdadero, no es nosotros, sólo el mundo,
Lo que no hay somos nosotros, y la verdad está ahí.

Soy quien falló ser
Somos todos quienes nos supusimos.
Nuestra realidad es lo que no conseguimos nunca.

¿Qué es de aquella verdad nuestra -el sueño de la ventana de la infancia?
¿Qué es de aquella certeza nuestra -el propósito en la mesa del después?

Medito, la cabeza curvada contra las manos sobrepuestas
Sobre el parapeto alto de la ventana volada.
Sentado de lado en una silla, después de cenar.

¿Qué es de mi realidad, que sólo tengo la vida?
¿Qué es de mí, que sólo soy quien existo?

¡Cuántos Césares fui!

En el alma, y con alguna verdad;
En la imaginación, y con alguna justicia;
En la inteligencia, y con alguna razón-
¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Dios mío!
¡Cuántos Césares fui!
¡Cuántos Césares fui!
¡Cuántos Césares fui!

Álvaro de Campos
Traducción del portugués, Mario Bojórquez

Monday, November 05, 2012

La hora sin Dios




Esta vieja angustia,
Esta angustia que traigo hace siglos en mí,
Derramó el vaso,
En lágrimas, en grandes imaginaciones,
En sueños al estilo de pesadilla sin terror,
En grandes emociones súbitas sin sentido.

Derramó.
Apenas sé cómo conducirme en la vida
¡Con este malestar haciendo dobleces en el alma!
¡Si al menos enloqueciera de veras!
Pero no: es este estar entre,
Este casi
Este poder ser que...
Esto.

Un interno en un manicomio es, al menos, alguien,
Yo soy un interno en un manicomio sin manicomio.
Estoy loco en frío
Estoy lúcido y loco,
Estoy ajeno a todo e igual a todos:
Estoy durmiendo despierto con sueños que son locura
Porque no son sueños.
Estoy así...

¡Pobre vieja casa de mi infancia perdida!
¡Quién te diría que yo me desapegara tanto!
¿Qué es de tu niño? Está loco.
¿Qué es de quien dormía sosegado bajo tu techo provinciano?
Está loco.
¿Qué de quién fui? Está loco. Hoy es quien soy yo.


¡Si al menos tuviera una religión cualquiera!
Por ejemplo, por aquel fetiche
Que había en casa, allá en aquella, traído de África.
Era feísimo, era grotesco,
Pero había en él la divinidad de todo en lo que se cree.
Si yo pudiera creer en un fetiche cualquiera-
Júpiter, Jehová, la Humanidad-
Cualquiera serviría,
Pues ¿qué es todo sino lo que pensamos de todo?

¡Estalla, corazón de vidrio pintado!

16/6/1934

Álvaro de Campos
Traducción de Mario Bojórquez